Capitulo 4
- Así es como están las cosas, ha ocurrido de nuevo y por lo tanto hay que detenerlo antes de que la conexión sea más fuerte.
- Y cuando la conexión se rompa ¿qué sucederá con ellos?- pregunte sin poder evitarlo.
- Oh es verdad que aun eres nuevo en esto – dijo el anciano dirigiéndome una sonrisa condescendiente – Cuando en enlace es roto el demonio muere, pero a lo que nosotros nos importa es que el humano continúe viviendo tranquilamente – comento con un tono de preocupación, sus ojos grisáceos se posaron en los míos como intentando transmitirme la importancia de mi misión solo con una mirada – puede que te enfrentes a algo realmente maligno, quizás el consejo debería reconsiderar su decisión de enviarte precisamente a ti…
- Jeliel, por favor déjeme ir a mi, prometo no decepcionarlos…
- Azael… no caigas en el pecado de la búsqueda de poder, esto no se trata de ti, se trata de la vida de un humano que es lo que mas debería importarnos, sobre todo a nosotros los ángeles – dijo preocupado –. Tu nombre, sabes de donde proviene ¿no? – asentí débilmente – significa “a quien Dios fortalece” y solo por poseer ese nombre se esperan grandes cosas de ti, no hagas lo que hizo Asbeel… - ante la mención de ese nombre una sensación de profunda tristeza se apodero de mi, el anciano pareció notarlo así que no insistió en el tema, Jeliel esta en la segunda escala de poder de los ángeles, justo por debajo de los tres arcángeles, es el líder del consejo que decide las misiones de los ángeles guardianes y yo… yo soy un ángel guardián.
- No busco poder Jeliel, busco ayudar, quiero ser de utilizad para la orden angelical, quiero que los humanos queden libres de la invasión de los demonios – aclare decidido pero sin odio, los ángeles no odiamos, solo sentimos tristeza por las maldades del mundo, aunque de vez en cuando hay algún ángel que se contamina y cae, son los llamados ángeles caídos, algo en lo que yo definitivamente no quiero convertirme.
- Siendo así… supongo que no me queda mas opción que enviarte a ti, solo espero que esa pasión por defender a los mas débiles no te lleve a otro sentimiento, ten cuidado Azael – dijo gravemente pero luego me sonrió – las puertas de Caelum serán abiertas para ti, mientras mas pronto vayas al mundo humano, mas pronto podremos salvar esa alma – yo asentí sonriendo también, hice una leve inclinación y me fui a preparar mi partida.
Mientras caminaba rememoraba aquel pasado que ahora me parecía tan lejano Jeliel había vuelto a recordarme mi antigua vida, una vida en la cual tenia alguien en quien apoyarme cuando lo necesitaba, no me agradaba pensar en ello pero dado mi carácter era frecuente que recuerdos de mejores tiempos vinieran a mi cabeza, sin darme cuenta mis pasos me habían llevado hasta el portal que me llevaría hasta el mundo de los humanos, pronto conocería a la persona que debía salvar, los ángeles de mayor rango habían decidido que me presentara durante la noche para si evitar encontrarme con el semidemonio que ahora se unía a ella, ellos querían que primero la conociera para que de alguna forma ella me ayudara cuando llegara la hora del enfrentamiento. El portal se abrió y apenas mis ojos lograron acostumbrase a la oscuridad la sentí, sentí su necesidad de compañía, su miedo, su frustración, pero increíblemente entre todo eso había una nota de esperanza, mi instinto protector despertó al instante, se veía tan frágil, tan vulnerable, quería cuidarla, liberarla … supuse que todos lo ángeles se sentían así cuando conocían a quien debían proteger, era una sensación indescifrable algo que jamás había sentido. Mientras pensaba ella comenzó a despertar, mi misión consistía en cortar el lazo que la unía al semidemonio pero sin permitir que ella me viera, solo debía permitir que supiera que estaba ahí, acompañándola de algún modo y mi presencia en la misma habitación bastaba para que ella sintiera que no estaba completamente sola, los ángeles tenemos la habilidad de transmitir energía positiva por lo tanto, cuando estamos en el mismo lugar que un humano este se sentirá extrañamente bien sin saber por que.
- ¿Quién eres tu? – pregunto de pronto entre la oscuridad, sin levantar la cabeza ni abrir los ojos, me sorprendí tanto que retrocedí un poco chocando contra un estante y derribando algunos objetos que ahí habían, el que podamos ser invisibles no quiere decir que seamos incorpóreos a menos que queramos serlo, me refiero a que si no hubiera perdido la concentración en ese momento no habría pasado nada con ese estante, intente mantener el silencio pero ya era tarde, la chica se incorporo y asustada comenzó a observar su alrededor. - ¿Daemon? – pregunto dubitativa, no podía verme pero sabia que estaba ahí, del algún modo que ni siquiera yo podía comprender, ella tenia la certeza de que en el lugar había alguien mas en el lugar aunque no estaba segura de quien era – no, no eres Daemon… - afirmo aun con miedo en la voz y aferrándose a las sabanas.
- Puedes sentir mi presencia… - comente en voz baja aun sorprendido y sobre todo asustado, esto realmente no estaba en mis planes.
- ¿Quién eres? – repitió encogiéndose y temblando de miedo, intente transmitirle tranquilidad y me acerque un poco, pero creo que estaba demasiado contrariado como para lograr un buen efecto, no respondí, quizás lo mejor seria irme por el momento y esperara a que fuera de día para no asustarla tanto, el aura que emanaba de ella parecía incluso mas débil de lo que me habían descrito, con razón ese semidemonio había decidido atarse a ella – por favor… - susurro – no me tortures así…
- Lo siento – murmure afligido – no quería asustarte…
- ¿Dónde estas? – Pregunto con pánico en la voz y yo, sin poder soportarlo mas aparecí en el lugar, ella ahogo un grito y me miro como si no creyera en lo que veía - ¿qui… quien eres?
- Soy Azael… un ángel… - respondí.
Un ángel… sus palabras poco a poco cobraban sentido en mi mente… Un ángel… no era como si no pudiera creerlo, después de todo tenia a un semidemonio atado a mi pero era como una luz en la oscuridad de mi vida, el solo hecho de que un ángel me visitara parecía el indicio de una muerte segura, el final de mi existencia estaba cerca y yo podía sentirlo, eso era lo que deseaba o al menos eso creía hasta el momento.
- ¿Vienes a buscarme? – pregunte notando como el miedo se esfumaba e incorporándome para verlo mas detenidamente, la luz de la luna de filtraba por la ventana iluminando un poco el lugar por lo que pude apreciar su apariencia tenia el cabello rubio, casi blanco, su rostro tenia una belleza etérea pero aun así seguía pareciéndome humano, no pude ver el color de sus ojos, quizás solo era una trampa y era una ilusión de Daemon para jugarme otra de sus bromas… al pensar en su nombre recordé lo que había sucedido en la tarde, ese beso… mi primer beso fue con un demonio, con la persona que se supone que odio por transformar mi vida y ni siquiera pude moverme ni reaccionar adecuadamente…
- Vengo a rescatarte – aclaro sacándome de mis pensamientos, se acerco un poco, arrodillándose al lado de mi cama, pude ver sus ojos que eran asombrosamente azules, lo mire unos momentos sin dar crédito a sus palabras.
- ¿Rescatarme? – pregunte aturdida.
- Exacto, estas atada a un semidemonio y yo fui enviado para liberarte de eso y para que regreses a tu vida cotidiana – respondió amablemente con una sonrisa y pensé, dolorosamente como Daemon se habría burlado de mi por hacer ese tipo de preguntas, algo en mi rostro debió delatarme porque el ángel se inclino y me tomo la mano preocupado, su contacto causo efecto inmediato sobre mi, una calidez indescriptible recorrió mi cuerpo desde el punto donde poso sus dedos hasta el centro de mi pecho, sonreí débilmente – tranquila pequeña, hare lo posible porque estés bien… - el no dijo feliz, supongo que estar bien es la base de la felicidad y los ángeles deben sentirse tranquilos al dar tranquilidad.
- ¿Eres real? – susurre tímidamente.
- Los demonios son reales y lo sabes… entonces si existe el mal también debe existir el bien – comento nuevamente con ese tono dulce en la voz, como si yo realmente le importara aunque no me conociera, nadie en mi vida me había hablado de ese modo, con tanto cariño en la voz y en la mirada, sentí que los ojos me ardían pero no quería llorar, seria demasiado patético, mis acciones parecieron confundirlo porque se alejo un poco, frustrado y apartando su mano, lo que dejo un extraño vacío en mi – disculpa… - murmuro apenado – quizás debería darte un poco mas de espacio para que asimiles mi presencia en este lugar – era tan diferente a Daemon, tan comprensivo y tierno, sentí que con el podría ser como quisiera y me aceptaría de ese modo sin criticar ni intentar cambiar nada de mi, y ya sin poder soportarlo las lagrimas cayeron por mis mejillas, cerré mis ojos y rodee mis piernas con mis brazos y de pronto sentí su mano sobre mi cabeza y mi llanto aumento, el me abrazo y yo salí de mi burbuja protectora y lo abrace también sin dejar de sollozar, no lo conocía, no sabia si realmente era un ángel y la verdad es que ya no me importaba, solo quería sentirme comprendida alguna vez en la vida, solo quería sentir un cariño que aunque no fuera real me indicara que había alguien que se preocupaba por mi, solo quería… quería compañía.
Su dolor y su miedo se clavaron como agujas en mi, cada lagrima que ella derramaba era como una tortura para mi, la desventaja de los ángeles es que estamos demasiado sujetos a las emociones que nos transmiten los humanos a los que protegemos, el odio puede llegar a matarnos y la tristeza puede herirnos profundamente, nosotros por naturaleza sentimos un amor irracional por los demás, incluso sentimos angustia por los demonios quienes no han elegido su origen y están destinados a vivir como tales por la eternidad, aunque claro ellos no lo sienten de ese modo y nosotros lo comprendemos, es difícil acabar con algún demonio, no porque sean mas poderosos si no porque al apreciar la vida el matar no es para nosotros una opción, aunque por deber con los humanos tenemos que muchas veces hacerlo, por el bien de todos.
- Tranquila… - susurre y esa palabra me pareció vacía y sin sentido, no podía pedirle que se tranquilice, había pasado por momentos difíciles y su desdicha era tal que me indicaba que no solamente era por el semidemonio que sufría, su vida parecía no haber sido del todo feliz y normal.
Lloró por unos minutos más y luego, ya más calmada levanto la vista, yo me aparte de ella para darle espacio, la mire directamente a los ojos, a pesar de la oscuridad pude apreciar lo bella que se veía aun con lagrimas en los ojos, los humanos son seres realmente fascinantes, el equilibrio perfecto entre el bien y el mal y son sobre todo débiles y propensos a la muerte, lo que los hace aun mas interesantes.
- Lo siento – dijo con voz llorosa aun, sonreí con tristeza.
- No lo sientas pequeña, es natural que te sientas así… prometo rescatarte de esta pesadilla…
- Daemon dijo que no había forma de liberarme de el a menos que alguno de los dos muera… - comento preocupada y mirándome asustada – ¿eso quiere decir que lo mataras? – pregunto temiendo mi respuesta.
- No necesariamente… - respondí extrañado por su reacción, parecía temer por la vida del semidemonio – es decir, no lo matare pero de todos modos el morirá – explique y ella me observo aun mas temerosa – yo tengo el poder de romper las cadenas que te atan a ti y al semidemonio, pero si lo hago el desaparecerá ya que los poderes de los ángeles son letales para los demonios…
- ¿Y hay alguna otra forma de separarnos sin que el muera?
- No… solo tú debes morir para mantenerlo con vida y eso es precisamente lo que yo debo evitar…
- Entonces en cualquiera de los casos… uno morirá… - susurro con tristeza.
- Así es…
- ¿Estas seguro que eres un ángel? – pregunto angustiada.
- Soy tu ángel guardián, debo protegerte aunque eso signifique acabar con un demonio – dije temiendo que mis palabras fueran demasiado duras, seguramente ella estaba viendo al semidemonio como un humano y por lo tanto le costaba asimilar el hecho de que muriera, yo no quería hacerla sufrir pero si no había mas remedio, haría cualquier cosa por su bien, de eso estaba seguro.
- Mi ángel guardián…
- Solo tuyo… pequeña…
- Lys, mi nombre es Lys – se presento secándose los rastros de lagrimas que habían aun en sus mejillas, sonrió un poco – es extraño que no lo supieras dado que eres un ángel…
- Nosotros no sabemos todo de los humanos – conteste – nos gusta que mantengan su privacidad, que se sientan cómodos, además es mas divertido cuando algo no se conoce del todo, el ir descubriendo cosas nuevas siempre es interesante – ella sonrió aun mas, parecía estar tomándome confianza poco a poco y eso me hizo feliz, la comunicación con mi protegida seguramente iria creciendo a medida que pasaran los días.
- ¿Cómo rompes las cadenas?
- Tienen que estar ambos presentes… el proceso es un poco difícil de explicar pero lo importante es que tu debes darme todo su apoyo y estar de acuerdo con la ruptura o sino no podre lograr nada…
- De acuerdo… - susurro nuevamente con un tono de tristeza.
- No te preocupes, todo saldrá bien y cuando termines me encargare de que olvides todo…
- ¿Olvidar…?
- Si, borrare tu memoria para que todos estos acontecimientos lamentables no te despierten en las noches… - ella se puso tensa, como si se estuviera reprimiendo para decir algo, la mire extrañado pero me miro asustada.
- Ya viene… tienes que irte…
- ¿Viene?
- Daemon… - y comprendiendo a que se refería me levante rápidamente, no era bueno que el semidemonio me encontrara en ese lugar, solté la mano de Lys y mirándola por ultima vez desaparecí del lugar, siento una singular angustia al dejarla sola…
maaaas~!
ResponderEliminarahora falta que a el le empiece a gustar lys y a daemon igual xD y ella se confunda =O
ya quiero el otro cap xD
lo estare esperando n.n
no se ke decir!! soy tan fanática! AHHH
ResponderEliminarlo malo es ke esta muy corto keria seguir leyendo!
espero pronto el cap 5!!
soy tu fans numero 1 =D
ResponderEliminarpobre ángel.. me tinca ke su frágil corazoncito sufrirá harto durante la historia =/
Holaaaaaaaaaa...GRACIAS!!!! estaba que moria por este cap...aparecio un nuevo personaje ºoº un angel guardian? de Lys?...la podra rescatar de Daemon, pero no me gusta la idea de que muera no se porque pero presiento que Daemon no es del todo malo...no quiero que mueraaaaaa TT.TT Lys has algo!!! has algooooo!!!.
ResponderEliminarMe gusta, me encanta esta historia, no se porque presiento que lloraré mucho con esta historia U.U...por favor continualo pronto no me tengas asi..
Me encantó el giro de la historia!! Karina vas de bien a mejor... me tienes metidiiisima xD!
ResponderEliminarFelicitaciones ^^
Carla A.
O.o
ResponderEliminarun ángel!!!
rayos, cuando comenzaba a tomarle gusto a la aparición del ángel, pum! se acaba! T.T
esperare con ansias el próximo capitulo u.u
~Sunako~
eres la mejoor :33!!! me encanta esta historiia! cuando hablaste de nuevo personaje no me imaginé que sería un ángel guardián..
ResponderEliminarMe gusta :33.. es tan tierno.. me angustia eso de que uno morirá D:!!!
Espero el 5too!! Fighting